jueves, 22 de agosto de 2019

The Elder Scrolls V: Skyrim

No he podido escribir apenas estas semanas, ni jugar a otras cosas ya que he estado perdido por las tierras norteñas de Skyrim.



Que decir de este juegazo del género de RPG de corte occidental. Es el quinto de la Saga The Elder Scrolls, saga con unos 25 años de antigüedad. Caracterizada por desenvolverse en el continente de Tamriel.

Como en los cuatro anteriores disponemos de gran libertad de movimiento y elección para explorar el mundo e ir tomando parte en los acontecimientos de gran importancia que se viven en esos días. Comenzamos la historia como un simple prisionero que se desvela como la figura clave para acabar con la crisis que asola las tierras norteñas de Skyrim.

El mundo es totalmente abierto, pudiendo interactuar prácticamente con todos los objetos que tenemos en pantalla, así como con todos los personajes que nos cruzamos. Las ciudades son eso, ciudades reales con docenas de casa, tabernas, tiendas, mercados, gobernantes, guardias … Aunque predomina el entorno montañoso/helado tenemos variedad de paisajes por donde perdernos viajando y decir que es toda una delicia hacerlo y suele estar lleno de sorpresas.

Podemos hacer cualquier cosa que os imaginéis, comprar una casa, salvar a una ciudad de un Dragón, contraer matrimonio, adoptar niños, buscar empleo, fabricar armas, armaduras y otros objetos, interactuar con los gobernantes, robar, unirnos al gremio de asesinos, montar a caballo, enfermar, aprender cualquier habilidad, comer, beber, descansar, dejar pasar el tiempo, contratar mercenarios, leer los libros que encontramos, fabricar pociones, cocinar, cosechar plantas y hierbas, convertirnos en vampiro u hombre lobo, curarnos las dolencias anteriores, cabalgar en dragon…

Un Juego tan inmenso que es complicado saber que contar. Aunque realmente no se hace tan extenso si solo nos dedicamos a resolver las misiones principales e ignoramos todo lo demás. Cosa que también es difícil, en el interfaz no hay nada que nos las clasifique así que aparecen bastante mezcladas en un listado plano sin categorías y solo con la descripción y el nombre. Es fácil perderse haciendo misiones secundarias, aunque el tiempo nunca es perdido ya que esto nos permite ganar experiencia, dinero, objetos más poderosos, contactos, abrir nuevas misiones...

Un gran acierto que incorpora es que a pesar de estar diseñado para jugar en primera persona, pulsando un botón pasamos a vista de tercera persona viendo nuestro personaje. Un gran acierto como decía.



Durante todo el tiempo nos acompaña la increíble banda sonora creada por Jeremy Soule (Autor de la música de las dos entregas anteriores de la saga). Esta tiene un carácter dinámico, cambiando según donde nos encontremos, si estamos en peligro, la hora del día. Todo ello hace que nos sumerjamos en el ambiente y en el juego de forma casi total.

Skyrim en la Wikipedia (aqui).
La saga “The Elder Scrolls” en la Wikipedia (aqui).

Mis estadísticas:
Duración: Sobre las 110 horas, finalizando la historia principal y las dos expansiones completas (DragonBorn y DawnGuard). Y ya colgué mi martillo de batalla para pasar a tener aventuras por otros lares y seguro que no habré visto ni el 50% del Juego.
Plataforma: Nintendo Switch, una gozada el haberme podido llevar este titulo a donde me apetecia jugar en cada momento gracias a esta inpresionanate consola portatil.
Recomendado: Si, supongo que estas alturas poca gente no habrá tocado el Juego. Lo recomiendo encarecidamente ya que en mi opinión es un imprescindible de la historia de los Videojuegos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario